6 Beneficios que experimentas desde que empiezas a hacer ejercicio

Tienes una semana ejercitando tu cuerpo, por fin dejaste de tomar Advil cada mañana, ya puedes subir y bajar escaleras sin maldecir y lograste palomear siete días de vida saludable en tu agenda.

Aún no bajas un solo centímetro de ningún lado, los músculos (que sabes dónde está cada uno porque te dolían hasta cuando estornudabas) increíblemente no se han marcado, y la báscula mejor ni verla porque probablemente no se movió (esto es un tema para después). ¿Por qué lo bueno tiene que tardar tanto?

Definitivamente las tallas tardan en moverse, el cambio físico tarda en notarse. No eternamente, va a depender de muchos factores si tardas un mes o tres. Pero desde ahora puedes ver algunos beneficios que tal vez ni siquiera esperabas obtener del ejercicio y que te pueden motivar a hacer de esto un hábito.

1. Mayor concentración

Los primeros días era imposible pensar después de hacer ejercicio: todo te dolía, estabas cansada, no habías recuperado el ritmo respiratorio como para disfrutar un buen libro o un curso en línea. Pero ahora cada vez que regresas de caminar o después de tu sesión de pilates te das cuenta de que te concentras mucho mejor para encontrar soluciones a problemas, resolver sudokus o incluso ganar discusiones.

No soy gran científica, pero mi teoría es que se debe a que activas tu circulación y oxigenas más tu cuerpo

2. Mejor humor

El ejercicio te da endorfinas y las endorfinas te hacen feliz. Tal vez lo notaste el primer día, tal vez no, pero siempre que empujas a tu cuerpo a ir un poco más lejos de lo que creías que podía hacer, sin llegar a la fatiga, experimentas esa sensación de querer saltar, bailar y convertirte en acróbata, sirena, ave.

Creo que la clave para este estado es un buen enfriamiento, que te haga sentir con más energía cuando terminas que cuando empezaste.

3. Disciplina

Ya probaste que pudiste hacerlo siete días. Los primeros son los más difíciles. De aquí en adelante debes mantenerte firme, pero sabiendo que ya pasó lo peor. No es que nunca te vuelva a doler nada, al contrario, habrá que aumentar los retos, pero sabes que eres muy capaz de hacer tiempo, de completar tus ejercicios, y de cumplir con ese compromiso que te hiciste, aun cuando estés exhausta.

4. Piel

¿Ya viste que tu piel brilla y es más suave? Si quieres conservarla vas a tener que continuar. Ninguna crema o scrub te va a dar este efecto.

5. Ganas de alimentarte mejor y retarte más

Tal vez ya te diste cuenta que cuando tomas mucha agua y comes sanamente tu rendimiento mejora. Tal vez al principio pensabas “ya corrí, me puedo comer una pizza” y poco a poco llegaste a la conclusión de que era mejor un huevo estrellado en aceite de coco porque si ya estás haciendo un esfuerzo por ejercitarte, más vale hacerlo completo y obtener todos los beneficios. El punto es que entre más avanzas en tu camino hacia una vida saludable, más sacrificios acumulas, y más valoras tu esfuerzo como para comerte cualquier cosa.

No es que nunca más comerás pan dulce, es que esperarás una ocasión especial y a que sea un muy buen pan, en lugar de cenar uno lleno de conservadores y empaquetado para su venta individual.

6. Mejor postura

La respiración y tus músculos recién trabajados están ayudando a que tu postura mejore, y aunque aún te jorobas para ver tu celular o usar tu laptop, ya caminas distinto, tus hombros hacia atrás, tu eje alineado. Tu seguro de gastos médicos debería de bajar de precio porque eso te va a ahorrar muchos problemas a futuro.

¿Qué otros beneficios has observado en tus primeros días de ejercicio?