Retrocedamos el tiempo a 1996. Yo me inscribía al equipo de basquetbol de mi escuela. El entrenador, hombre, rápidamente impuso su forma de trabajo: muchos gritos, pocas instrucciones ¿te equivocaste? Una vuelta alrededor de la cancha en cuclillas, que sin entender que eso fortalecerá músculos, dejará un claro mensaje a través del dolor: es un castigo. Duré tal vez dos semanas en ese club, y semanas después empecé clases de ballet. Volvamos al 2021, aún no conozco las reglas del basquetbol.
Durante toda mi infancia mi relación con el deporte fue muy negativa. Me quedé en ballet porque no lo veía como deporte. Pero la clase de educación física era un castigo para mí. No me sentía capaz, ni rápida, nada me motivaba a hacer las actividades rutinarias que se me presentaban: correr, futbol, basquetbol, repetir. Nadie me enseñó a hacer cardio, a respirar y guardar energía, técnica… y por lo tanto me agotaba inmediatamente. Pero sobre todo, nada me inspiraba.
A los once años quise probar la gimnasia motivada por los juegos de Sidney 2020, pero duró poco. Después vino el patinaje, que se convirtió en el gancho que me jaló al otro lado. La feminidad es un factor muy determinante en mis elecciones desde siempre, y al no encontrar representación de ello en mi entorno o en el contenido a mi alcance, no me interesaban los deportes más inmediatos.
Según el INEGI (2020), solo el 37.7% de las mujeres adultas en México hacen una actividad física, comparada con el 47% de hombres, número que tampoco es motivo de orgullo.
Esta mañana veía el replay de atletismo femenino de Tokio 2020. Para iniciar la competencia presentan a las participantes saludando a la cámara: chicas de todos los países, fuertes y seguras, bellas y sonrientes, con maquillaje, trenzas y joyería. Si cuando era pequeña yo hubiera visto a una mujer que podía abrazar su feminidad de esa forma y ser rápida, atlética, fuerte, estoy segura de que hubiera hecho más por imitarla. Porque cuando conocí deportes femeninos, inmediatamente me dejé atraer por ellos y descubrí que no era mala haciéndolos.
Siempre me causó disgusto el uniforme mixto de deportes: demasiado caliente, demasiada tela, demasiado estorboso. Yo era feliz en leotardos, en faldas, en mallas, y ahora en leggings. El deporte se vuelve aún más interesante al poder elegir y combinar colores, texturas y estilos.
Recuerdo las sesiones de cardio antes de entrar al hielo, cuando tocaba ese punto de cansancio y molestia en la garganta en el que siempre renunciaba antes, ahora me esforzaba por asimilar porque me gustaba lo que hacía, y pronto aprendí a respirar adecuadamente para evitarlo.
Ahora hago pilates, y empiezo a correr con constancia tras haberlo dejado hace unos años. Tengo el profundo deseo de aprender tenis, pero eso es una historia más compleja. Esto solo es posible porque he visto mujeres que abrazan su feminidad y sus músculos al mismo tiempo.
A la fecha encuentro personas que etiquetan los músculos marcados en la mujer como “no femeninos” con mucha frecuencia. Prueba de la importancia de que las deportistas necesitan mayor difusión. Escuchamos hablar de mujeres en el deporte con muy poca frecuencia, nuestros medios deportivos se centran en equipos masculinos de soccer y lo que sea que esté de temporada siempre y cuando tenga también testosterona.
Mencionaba en mi Instagram que me fascinan los Juegos Olímpicos por muchísimas razones, pero tal vez una de las más fuertes, y que apenas identifico, es poder ver mujeres en ellos. Y este año, verlas romper tantos paradigmas con acciones sobre los uniformes, salud mental y encima logros históricos como clasificaciones, medallas y hasta récords, es sumamente inspirador.
Ojalá muchos niños estén expuestos hoy a alguien con quien puedan identificarse por su sexo, raza, nacionalidad, o cualquier otro aspecto, y que los inspire a una vida saludable desde muy temprano y para siempre.
INEGI. (2020). Resultados del módulo de práctica deportiva y ejercicio físico 2019. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2020/EstSociodemo/mopradef2020.pdf
That’s amazing!!
Jennifer
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